En el siglo XIV, un monje benedictino, doctor de la iglesia, describió a los Reyes Magos en un manuscrito: Melchor era un anciano de blancos cabellos y larga barba; Gaspar, más joven y rubio; y Baltasar, un señor negro. Los identificó como representantes de Europa, Asia y África. El 6 de enero, la Iglesia Católica celebra la festividad de la Epifanía, o lo que es lo mismo, la revelación de Jesús al mundo pagano, personificado en la figura de tres “Reyes Magos” llegados del lejano Oriente. San Mateo es el único evangelista que los menciona, aunque no dice que sean reyes, sino magos: “Nacido pues Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron de Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer?” (Mateo 2, 1-2)
“Y al entrar en la casa, vieron al Niño con su madre María y postrándose, lo adoraron y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo, 2:1).
Para empezar, no es seguro que fueran tres. Católicos y protestantes así lo creen, por aquello de los tres presentes: oro, incienso y mirra. Pero los ortodoxos opinan que eran doce. En representaciones tempranas de los primeros siglos después de Cristo aparecen dos reyes magos (como en el cementerio de S. Pedro y S. Marcelino), cuatro (como en el cementerio de Domitila), siete u ocho (como en un jarrón que se conserva en el museo Kircher). Es a partir del siglo IV cuando el número queda fijado en tres.
Los presentes que le traen al Niño son simbólicos: el oro es el metal perfecto que se regala a los reyes, imagen de la luz solar y de la inteligencia divina; el incienso simboliza las plegarias que se elevan al Cielo, según la Biblia de hecho simboliza la oración y en la liturgia de la Iglesia su uso es señal de reverencia; la mirra, amarga, aromática y en forma de lágrimas, representa, según la simbología religiosa, muerte y sacrificio.
Con respecto a su origen, Mateo nos dice que venían de Oriente. Los testimonios más antiguos de la Iglesia de Siria y de los padres griegos afirman que proceden de Persia, donde existía la casta de los magos o astrólogos, y otros hablan de Babilonia, concretamente Caldea, donde nace la astrología.
La distancia entre Persia y Jerusalén era casi el doble que la que hay entre la antigua Babilonia y Jerusalén, pero no es imposible que los Reyes Magos hicieran un viaje tan largo. En Persia existía una religión, el Zoroastrianismo, de tradición mesiánica, es decir, que esperaba la llegada del Mesías. Cuando Marco Polo pasó por el pueblo de Saveh (pequeña ciudad del actual Irán), sus habitantes le aseguraron que los Reyes Magos habían partido de allí. Las primeras representaciones de los Reyes Magos los muestra ataviados con ropajes persas; de hecho, parece que la iglesia de la Natividad de Rávena se salvó del saqueo de los persas durante la invasión del norte de Italia de principios del siglo VII porque pensaron que las imágenes de los Reyes Magos allí representados eran símbolos persas.
Babilonia, por su parte, tenía muchos vínculos con los judíos: en el 586 antes de Cristo los babilonios invaden y saquean Jerusalén, llevando prisioneros a miles de judíos a Babilonia. Esta no era la primera deportación masiva de judíos a aquellas tierras. Se sabe que la comunidad judía de Babilonia llegó a ser muy importante, lo que hizo que los astrónomos babilonios tuvieran muy presente la profecía de la llegada del Mesías.
En cuanto a la estrella que les condujeron a Belén, para muchos científicos no se trataba más que un cometa o meteoro luminoso o la conjunción de Júpiter con Saturno, o de Júpiter y Venus; o una “stella nova”, estrella que aumenta de tamaño para luego disminuir. Pero las Escrituras hablan de una estrella luminosa que se desplaza hasta llegar al lugar donde estaba el Niño, deteniéndose allí y quedándose fija, lo que no responde al comportamiento ni de un cometa ni de una estrella corriente. Nos encontraríamos pues antes un fenómeno milagroso, como la columna de fuego que permaneció en el campamento judío durante el Exodo de Israel o la luz procedente del cielo que tiró a Saulo de su caballo.
. Existen muchas teorías que intentan profundizar lo que está escrito en la Biblia, pero lo que sí sabemos es que, con el tiempo, sus majestades los Reyes Magos se convirtieron en unos personajes muy queridos por todos los niños.
Que nadie olvide pues dejar el zapato debajo del árbol, o en el balcón, o donde sea, la víspera de Reyes: sus Majestades son siempre generosas con los que tienen fe. Que no se pierda nunca esta hermosa tradición tan nuestra.
Una curiosidad: la catedral de Bruselas es la única que cuenta en su portada con una representación de los Reyes Magos. Es el momento de ir a comprobarlo si nunca os habéis fijadoY en cuanto al número de magos, se acepta el de tres, aunque en distintos lugares se suponen que fueron dos, cuatro, y hasta doce, los reyes magos. Del mismo modo, no se sabe cuál ha sido su destino después del encuentro con la familia de Jesús, en Belén.
Son los Reyes Magos que, en la madrugada del día 6 de enero de cada año, visitan a las casas donde hayan niños hispanos para dejarles regalos, del mismo modo en que hace años llevaron oro, incienso y mirra al niño Jesús.
Según las tradiciones, una de las cosas exigidas por los reyes para que los niños reciban su regalos es que se hayan comportado y hayan sido buenos durante el último año. Para los que cumplen esas exigencias, reciben regalos, pero los que no se hayan portado bien los reyes no les traen regalos, sino carbón. Pero como los reyes no son malos, el carbón que les dan es un tipo de carbón dulce, hechos de azúcar, que simboliza la necesidad de que el niño se comporte mejor.
..........NUESTRA SITUACION E HISTORIA ........


Situado en plena Mancha Alta, en lo que antes era del Priorato de Ucles, que se extendía hasta el Guadiana, cerca del antiguo camino de Andalucía a Cataluña cuya ruta más próxima va desde Campo de Criptana, El Toboso, Los Hinojosos, Hontanaya, etc., por lo que no se descarta sea: "El lugar de La Mancha...... ", del que Cervantes no quiso acordarse. Lo que nadie pondrá en duda es que se encuentra en plena ruta del Quijote, y que todos los hinojoseños nos sentimos orgullos y amantes de nuestros ancestros.
Su término municipal tiene una superficie de 113,95 km2., y una población de 1.076 habitantes.

El origen de Los Hinojosos se inicia con los iberos y celtíberos, ya que se han hallado vestigios de sus utensilios y construcciones, ejemplo de estas es el Templo Fálico de piedra conservado en unas condiciones óptimas en lo que hoy llamamos el Santo de la Hontanilla, aunque su fundación documentada, se inicia con la tribu de los Olcades, indómitos guerreros, que contribuyeron a la derrota de Viriato(180 a. C. a 139 a. C.), aunque la información de estos primeros pueblos es escasa, casi se limita a la referencia de la amistad con el famoso general cartaginés Aníbal y a la derrota del lusitano Viriato. Grupo mas numeroso y que habitó nuestras tierras fueron los carpetanos que ocuparon las tierras comprendidas entre la cuenca del Tajo y las cuencas de los ríos Cigüela y Záncara.


La Orden de Santiago fue una orden religiosa y militar creada en el siglo XII en el Reino de León. Entre 1157 y 1230, la dinastía real se dividió en dos ramas opuestas, por lo que la rivalidad tiende a oscurecer los inicios de la Orden. Dos ciudades lucharon por obtener el honor de ser la sede de la Orden, León, en el reino de ese nombre, y Uclés en el antiguo reino de Castilla, siendo esta última ciudad la que ostentó la sede principal de la Orden de Santiago, por donación de Alfonso VIII. El Rey, descontento de la actuación de los caballeros de San Juan, que administraban desde 1163 el castillo de Uclés, entregó dicho castillo a los de Santiago, para que defendiesen la comarca de los ataques musulmanes.
El acto tuvo lugar, con toda solemnidad, en Arévalo, el 9 de enero de 1174. En presencia de los magnates del reino, prelados y nobles, Alfonso VIII, en unión con su esposa Leonor de Inglaterra, entregaba el castillo y la villa de Uclés, con todas sus tierras, viñas, prados, pastizales, arroyos, molinos, pesquerías, portazgos, entradas y salidas, a don Pedro Fernández, maestre de Santiago.Una vez liberada de los musulmanes toda la zona manchega, se inicia la repoblación de aquellos lugares que han quedado prácticamente despoblados.

En la repoblación de la Mancha tiene gran influencia el Infante Don Juan Manuel, nacido el año 1282, hijo del Infante Don Manuel hermano del rey Alfonso X El Sabio. Recibe Don Juan, por herencia de su padre, el Señorío de Villena y con él la tarea de su repoblación.
La influencia de las Ordenes Militares en el siglo XII y sucesivos, llevan a la extraña, paradójica y curiosa partición del pueblo de Los Hinojosos en dos.
La división de el Hinojoso, acaeció en el año 1.232, cuando el obispo de Cuenca, don Gonzalo, por mandato del rey de Castilla, Fernando III, procedió a cerrar la frontera entre los concejos de Uclés y Alarcón, desde la Sierra de Almenara hasta las Mesas Rubias. Don Gonzalo tomó como linea divisoria desde la Sierra de Almenara el camino que unía las poblaciones de Hontanaya hasta Las Mesas Rubias. Como este camino atravesaba el Hinojoso, esta población quedó divida en dos. A lo largo de la linea fronteriza, puso cuatro mojones principales, situados: el 1º en la peña del final de la sierra de Almenara o Jabalmeña, el 2º se colocó en la confluencia del camino de Guzquez con el camino fronterizo, el 3º en el pozo existente en el centro del pueblo de Hinojoso y el 4º en el pozo de la Puebla del Aljibe. El Señor Obispo dispuso que al recorrer la linea divisoria de norte a Sur lo que quedase a la derecha pertenecería al Priorato de Uclés y lo de la izquierda al Concejo de Alarcón. La línea fronteriza coincidía exactamente por el centro del pozo señalizándose con una piedra alargada, dirección norte sur, que dividia la boca del pozo en dos, para su utilización por el lado derecho por los habitantes de Hinojoso de la Orden y por la parte izquierda por los habitantes del Hinojoso del Marquesado, de igual manera que quedó dividido El Hinojoso en dos poblaciones. Todo lo que queda a la izquierda de la divisoria caminando hacia el sur, pertenecería al Concejo de Alarcón de ahí el nombre de Hinojoso del Marquesado (Señorío de Villena) y todo lo de la derecha al Priorato de Uclés perteneciente a la Orden de Santiago, llamándose Hinojoso de la Orden.
Hinojoso del Marquesado siguió perteneciendo al Concejo de Alarcón.
Alfonso XI consigue romper las alianzas con Aragón y ataca el señorío desde Cuenca y Murcia. Don Juan Manuel (se reconcilia con el rey pero poco después vuelve a pactar con Aragón, donde finalmente tiene que exiliarse tras una nueva derrota del rey. En 1348 muere Don Juan Manuel y le sucede su hijo Don Fernando que también fallece a los pocos años y lo mismo ocurrirá con su hija Doña Blanca, que hereda el señorío siendo una niña bajo la tutela del caballero Don Iñigo López de Orozco. Doña Blanca, que era la esposa de Enrique de Trastámara, no llega a gobernar directamente y además muere muy pronto, en 1360, desapareciendo con ella los herederos del señorío y éste pasa a ser nuevamente propiedad de la Corona. En 1386 tuvo lugar la constitución de la Hermandad del marquesado de Villena. Alfonso de Aragón sería el primer Marqués de Villena, una vez designado ese rango de señorío.


La parte santiaguista o Hinojosos de la Orden, desde el 4 de marzo de 1353 formó parte del Común de la Mancha junto con Villamayor, la Puebla de Don Fadrique, Quintanar, Villanueva de Alcardete, Miguel Esteban, Campo de Criptana, Pedro Muñoz, Mota del Cuervo, Santa María de los Llanos, Socuéllamos y Tomelloso, y las tierras hasta Guadiana, gracias al infante D. Fadrique que como Maestre de La Orden de Santiago, otorga el Privilegio del Común de la Mancha, garantizando en dicho documento a una serie de prebendas y exenciones a todas las poblaciones arriba mencionadas, todas ellas situadas entre los ríos Cigüela y Guadiana.
Desde el siglo XIV el Hinojoso de la Orden perteneció a la provincia llamada de la Mancha y no a la de Cuenca. No es hasta las reformas liberales de 1833, reinando de Isabel II esta tenía 3 años de edad, por lo que ostentaba la Regencia María Cristina, su madre, cuando pasa a formar parte de la provincia conquense.A continuación transcribo literalmente la referencia a nuestro pueblo o pueblos según el:
Diccionario Geográfico-Estadístico de España y Portugal, en su tomo IV, editado en el año 1.826 y escrito por el Doctor Don Sebastián de Miñano, individuo de la Real Academia de la Historia, y de la Sociedad de Geografía de París editado en el año 1.826 con el real permiso en Madrid: Imprenta de Pieperat-Peralta, plazuela del cordón n, 1., ( transcripción de su portada).

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HINOJOSO DEL ORDEN, V. Ord. de España, provincia de la Mancha, partido de Villanueva de los Infantes, priorato de Uclés, A. O., 400 vecinos, 1.758 habitantes, 1 parroquia, 1 pósito. Sit. en una llanura y una sola calle la separa del pueblo de Hinojosos del Marquesado, siendo un pozo divisorio. Produce granos, aceite, vino, azafrán y anís. Dist. 18 leguas de la capital, 17 de la cabeza de part., 20 de Madrid, 5 de Alcazar de San Juan, 52 de Granada. Contr. 9003 rs. 4 mrs.
HINOJOSOS DEL MARQUESADO, L. S. de España, provincia y obispado de Cuenca, partido de San Clemente. A. P. 272 vecinos, 1.347 habitantes, 1 parroquia, 1 pósito. Esta población está separada de Hinojosos de la Orden por una sola calle y un pozo que hay entre las dos: ambas en terreno llano que produce granos, vino y aceite. Dist. 6 leguas de la cabeza de part., en cuyo intermedio se hallan Monreal y Belmonte. Contribuye 6,321 reales 11 maravedis. Derechos enagenados (sic) 1.792 rs. 17 mrs.En la actualidad es un solo pueblo, con un solo ayuntamiento, resultado de la unión de los dos pueblos separados caprichosamente por los señores feudales.
BIBLIOGRAFIA:
FRAILE IZQUIERDO, Cesáreo. "Mis Recuerdos" Ed.H.de H. 1941.
RUBIO MOYA, José María. "Crónicas de un pueblo". Los Hinojosos, 2002.
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